viernes, 25 de julio de 2014


Mi cuerpo es débil, mi alma es débil.
Multivitamínicos, proteínas,
distintos tipos de catalizadores para el alma
todo eso necesito.
Probé mezclándolos  con alimentación sana
y lo único que conseguí 
fue salir cuarto en el triatlón de
melancolístas hiperactivos
y no poder pegar un ojo.

Es otro día y el sueño no llega,
veo cientos de videos inspiradores en YouTube
y me digo:
¡ahora a vivir!
Salgo a las calles
doy unas vueltas
se me ocurren ideas geniales
pero no tengo donde anotarlas
y se me van
regreso a casa frustrado.
Como algo mientras veo noticias
nada parece que vaya a cambiar.
“Habría que ver cómo te adaptás en el peligro,
pero en el peligro real, una par de minutos en una jaula de leones 
o una piscina con pirañas” me dijo un amigo.
Sé de que habla y sé que tiene razón

pero yo sigo en un estado prenatal y enfermo
no puedo engañarme más.
Voy a ver películas hasta quedar dormido
y despertar solo cuando mi tristeza haya ganado un Óscar.