Tengo el disco duro
saturado con música que no escucho
cientos y cientos de
placas, discos que baje pensando escucharíamos juntos
hablando de viejos
amigos que tenemos en común
bandas japonesas de
jazz, pop francés, música independiente de los 90
entre otros,
quería impresionarte
con mis gustos musicales.
Ayer Mariano me contó lo que le dijiste,
que no tenias pensado
volver a Jujuy
y que yo solo fui un
error.
Supongo que tuvo el
mismo efecto cuando mangueréan a un homeless
pero a escala
interior,
costras de mugre y
recuerdos por dentro.
Me hice el que no me
importo,
pero lo primero que
se me vino a la cabeza fue pensar en esos gigas de música,
pensaba que la música
iba a salvar nuestra relación,
que nadie te daba eso
que yo.
La verdad sé que es
muy tonto pero es lo que pensaba,
que la música nos iba
a salvar.
Tarde
al llegar a casa,
como el kiosco de la vuelta seguía abierto
compré dos cervezas y
un Philip diez
me calsé los
auriculares y me puse a escuchar alguno de los discos
los primeros segundos
de las canciones,
si no me gustaban
eliminaba la carpeta.
Es muy radical, pero
no tenia tiempo
termine borrando
placas enteras sin haber escuchado una canción.
Quería tener solo lo
esencial.
Después de hacerlo me arrepentí,
pero era la única forma de limpiar la zona.
De paso también borre
mis grabaciones
canciones
improvisadas en 3 acordes que alguna vez cante,
las ultimas fotos tuyas
borre todo lo que pude,
incluso creo que demás.
Cuando termine los
cigarrillos
la máquina corría más
rápido,
podía emprender un
nuevo romance musical.
Sé que hay que dejar
espacio para las cosas nuevas
pero no se puede
borrar todo de un día para el otro
hay que liberar
espacio
hay que perdonar y
empezar de nuevo
voy a empezar por la música.